jueves, marzo 22, 2007

Small satisfaction

Hoy me pasó algo raro. Cuando salí del trabajo fui a comprar algunas cosas al Abasto y mientras caminaba por ahí escucho que dicen mi nombre; como siempre ni miré y me hice el boludo hasta que me tocaron el hombro.

Me doy vuelta y era alguien que me resultaba muy pero muy remotamente conocido, pero ni en un año hubiera sacado el nombre; sin embargo esta persona parecía tener mi biografía en la punta de la lengua. Me preguntó si me acordaba de él, a lo que le respondí que no, mientras seguía mencionando viejas épocas de las que poco me acuerdo y mucho menos me interesan. A decir verdad, podía ver como movía los labios pero no me interesaba escucharlo en lo más mínimo.

Durante unos interminables segundos (quizás un minuto completo), y como si no se notara mi total desinterés empezó a contarme las idas y vueltas de su vida en la ciudad, lo jodido que le era conseguir laburo, que vivía con no sé quien, etc., como si algo de eso tuviera que ver conmigo.

Mientras seguía balbuceando incoherencias (al menos eso parecía, no le estaba prestando atención), mi cerebro divagaba por ahí hasta el punto en que vagamente me acordé de quien se trataba este orate que estaba contándome su vida y obra frente al local de Cúspide: pertenecía al grupete supuestamente de 'elite' con el que me topé cuando me arrastraron a vivr allá en el campo. El mismo grupete que el día que llegué dejó bien en claro que yo era algo foráneo para ellos y que no había lugar para uno más. Y así fue hasta 16 años después, cuando pude irme de ese agujero.

Justo cuando llegué a esa conclusión, el sujeto en cuestión aparentemente se quedó sin aire (o sin huevadas para contar) y me preguntó qué estaba haciendo en Capital, a lo que con mucha satisfacción le contesté que había conseguido trabajo a 3 semanas de haberme mudado, y era por lejos el mejor trabajo que hubiera deseado tener. La expresión de desilución que puso al escucharme sólo debe haber sido superada por mi expresión de haberle cagado por lo menos el día a una lacra como esa. No pensé que fuera a ser así, pero se sintió como una pequeña victoria. No pensé que yo fuera así.

Etiquetas: ,