jueves, octubre 18, 2007

Fucking gente

Hoy fue uno de esos días de mierda en los que desearía que una buena epidemia me dejara solo en la ciudad.

Empezando por el subte; ¡maldita sea que hace calor en esa lata! Y encima de todo vienen llenos como si vinieran desde Calamuchita recolectando gente.

Después de eso viene la caminata por Florida, esquivando zombis porque no se corren a menos que te los lleves por delante.

Para completarla tengo que pasar todo un día de laburo sin cruzar ni una palabra con nadie en un piso donde trabajan 40 personas. Caí acá como paracaidista en la guerra, sin introducciones, sin siquiera un lugar fijo para trabajar. Esto parece un flashback a mis años de escuela secundaria.

Después del camino inverso (primero esquivando zombis por Florida y muriéndome de calor en el subte después) , finalmente llegué a mi casa, agarré las llaves y me fui a buscar mi auto para llevarlo a lavar y dar una vuelta escuchando música para tratar de matar el insomnio. Todo muy lindo, paseé por muchas partes de la ciudad que me encantan hasta que, volviendo a casa a eso de las 3.45 casi me lleva puesto uno de esos que se creen que la calle es de ellos y los semáforos están de adorno sólo porque son casi las 4 de la mañana.

Tras quedarme sentado quieto en mi lugar esperando que mis pulsaciones bajaran a un nivel tolerable, sigo mi camino para encontrarme con el sujeto en cuestión (no por querer matarlo, sino que iba en la misma dirección que yo); esta vez sí se había detenido en un semáforo. Ahí es cuando en la luneta del pilotín veo la conjunción de tres palabras que inducen mi vómito más rápidamente que ninguna otra: bebé a bordo.

¿Quién fue el marketinero lameculos que pensó en eso?

¿A alguien le importa la carga que lleva un desconocido en su auto? A mí no, y me resulta muy insultante ese cartel de porquería en un auto; parece que me dijera "ya sé que manejás como el orto, pero como tengo una criatura en mi auto espero que te comportes mientras estés cerca mío".

Las cosas no cambian solo por poner un cartel. ¿Se supone que tengo que alterar mi forma de andar por la vida solo porque una desconocida olvidó ponerse su diafragma?

Y lo más probable es que el mismo infeliz que maneja ese auto (como pasó esta vez) se distraiga por culpa del quilombo que arma el pibe en el asiento de atrás y quizás termine llevándose puesto a alguien o comiéndose un poste. Mejor, así el pendejo ya tiene contacto con la realidad desde temprano.

Si realmente quieren que tenga cuidado tendrían que poner un cartel más realista, como por ejemplo "pelotudo al volante". Eso sí me haría mantener distancia con esta gente.

Odio al mundo, ¿se nota?

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